domingo, 19 de octubre de 2008

Curso de filosofía III: Banquetes, guateques y fiestuquis, claves para entender el arte de la sobremesa.

ATENAS-TORREMOLINOS: EL AUGE DEL GUATEQUE

La aparición del carajillo transforma el modo de entender el arte de la sobremesa. Se pasa del estatismo coloquial griego, al activismo lúdico-festivo de Torremolinos. La gente ya no se conforma con hablar, empieza a bailar. Entre parrilladas dedicadas al colesterol y la música de los Pekenikes sonando a todo volumen, irrumpe el guateque en las casas españolas.


Aquí defenderemos que el baile forma parte de una estrategia inteligente usada para recortar tiempo sobre el objetivo primordial: copular. Y es que se da un paso conceptual prioritario que va del cógito ergo sum (“pienso, luego existo”) al coito ergo sum (“empujo, luego existo”). Con el contacto físico y el roce del guateque, se abandona la abstracción del diálogo propia de intereses intelectuales que no llevan a ningún lado. La metafísica está muy bien durante un rato, para vacilar a la hija del charcutero, por ejemplo, pero finalmente todo ente tiene necesidades naturales ineludibles, y los griegos descubrieron que la única verdad más o menos satisfacible (no buscar esta palabra en el diccionario, es un romerismo) proviene de la física del roce. Más allá de dicha física no hay contacto ni frotación ni humedad, y al menos que no consigas un descuento en la charcutería, la metafísica no tiene recompensas materiales. Es por eso que el tema del ser y de la nada puede esperar a ser tratado con más calma después de un buen orgasmo, ya que los órganos vitales retornan a su sitio, mostrando la flacidez de la carne, y entonces es mejor mirar hacia otro lado. Además, el ser y el no ser son conceptos que quedan perfectamente reflejados en una eyaculación precoz. No son la X de la vida, que diría el Gorrión Muchacho, si no más bien la X de la lista negra a la que pasas a formar parte.

El guateque también introduce actividades variadas, dando a las tardes de domingo dimensiones exquisitas, sobretodo gracias a las partidas de bingo con garbanzos secos de apuesta. No sabemos muy bien qué avances en el campo del apareamiento produjo esta actividad, todavía tenemos a nuestros becarios estudiando el tema, gastándose el presupuesto de bingo en bingo, pero lo cierto es que la sobremesa no sería la misma sin él, tampoco sin el dominó, ni las sangrantes partidas de tute, mus y butifarra.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Increible! este post(mortem) me ha gustado muchísimo y lo he entendido a la primera. Gracias Bilonguis.

Seguir así, soy cojonudos, podríais trabajar de guionistas para Buenafuente lo menos!!!!

Anónimo dijo...

Me sumo a la mocion... je je je


Muuuuyyy grande... muy cachondo... y sobretodo muy útil para personejas como yo k no hemos llegado a vivir estas sobremesas debido a nuestra corta existencia en este mundo...


He de decir k trataré de aplicarlo en futuros eventos sociales... aunke no es k vaya sobrado en el tema... pero me lo apunto porsidacaso...


Por cierto... el carajillo debe ser de wiski, baileys o soberano??? Mas que nada para no cagarla... je je je



Seguid asin corazones k llegareis lejos... tan lejos como os permita la edad... je je je

Anónimo dijo...

Hombre! Ya sabía yo que el carajillo tenía un trasfondo filosófico! Menos mal, me quedo más tranquilo. Eso sí, ese trasfondo sirve para el primero, el segundo, y de la coñá, ya es vicio, y sólo está al alcance de los que buscan una noche de verborrea y estrés anímico que es muy útil a la hora de aparearse ya que proporciona una excitación fuera de lo común, y no comparable a ninguna droga legal.
Gracias amigos del carajillo, que grandes noches nos ha dado. AAh! y siempre de coñá piticli, que los carajillos de baylis de ese, es para medio hombres. Coñá y a poder ser Soberano, que yo lo decía la cuña publicitario de esas maravillosas tardes del domingo....es cosa de hombres.

Anónimo dijo...

Esto que es, la sexta???

Anónimo dijo...

Me parto con vosotros...

Anónimo dijo...

si, si el tema del carajillo está muy bien, pero lo que realmente nunca falla es le choped con la cara de popeye dibujada, con eso sí que hay roce y del bueno; también puede intentarse con mortadela de olivas, pero ahí ya existen menos provabilidades. bueno chicos si quereis carnaca ya sabeis donde encontrarla, aix que estais pa' apretaros!

Anónimo dijo...

Me apuesto lo que quieras que el próximo artículo habla de la chirella.