Cataluña le debe mucho al programa El Pasiatge Favorit de Catalunya, emitido la temporada pasada en TV3. Tanto como La Vall d’Aran a Pau Donés. Se partía de un realismo y de un trabajo sociológico y geográfico documentado de forma magistral, sólo superado por El Útlimo superviviente.
Por eso, desde estas líneas, me atrevería a pedir la beatificación de Araceli Segarra. Alguien debería nombrarla Patrona de La Vall de Boí. Ella ha conseguido devolver el Pantocrator original a su iglesia. Y el Gran Perelada, alcalde del paraíso, todavía no se ha enterado. Ni él ni nadie, sólo los guionistas del programa.
Desde entonces, siempre que hago alguna excursión, que no suelen ser muchas, no dejo de buscarla, por si veo a la alpinista con su bloc de dibujos pintando una estampa inmortal. Da igual el rincón del Pirineo que visite, si Montanuy pertenece a la Vall d’Arán, siempre albergo la esperanza de cruzar nuestros caminos en la cima.
Porque el pico de Ballibierna pertenece a la Vall de Boí, ¿no?
Por eso, desde estas líneas, me atrevería a pedir la beatificación de Araceli Segarra. Alguien debería nombrarla Patrona de La Vall de Boí. Ella ha conseguido devolver el Pantocrator original a su iglesia. Y el Gran Perelada, alcalde del paraíso, todavía no se ha enterado. Ni él ni nadie, sólo los guionistas del programa.
Desde entonces, siempre que hago alguna excursión, que no suelen ser muchas, no dejo de buscarla, por si veo a la alpinista con su bloc de dibujos pintando una estampa inmortal. Da igual el rincón del Pirineo que visite, si Montanuy pertenece a la Vall d’Arán, siempre albergo la esperanza de cruzar nuestros caminos en la cima.
Porque el pico de Ballibierna pertenece a la Vall de Boí, ¿no?