lunes, 24 de mayo de 2010

A las cosas por su nombre

La semana pasada un toro llamado “Opíparo” se comió con patatas al torero Julio Aparicio. Como la foto no podía tener más miga, reanudo la polémica que se cierne silenciosa entre seguidores y “redactores” de este blog: ¿sí al toreo o no? ¿José Tomás es tan bueno como dicen, es un torero de postal que encandila a los que no saben mucho de toros, como dicen algunos apasionados del mundillo, o ni una cosa ni la otra? ¿Los antitaurinos deben chillar tanto en la puerta de la Monumental? ¿Era necesaria una foto como esta para echar más leña al fuego?

Es obvio que la Tauromaquia está vertiendo ríos de tinta. Y en mi opinión, lo hace movida por una tremenda enfermedad que compartimos antitaurinos, protaurinos, y agnósticos: la enfermedad de lo “políticamente correcto”.

Actualmente el toreo no es una actividad políticamente correcta, como se ha encargado de señalar la Generalitat de Catalunya, y quién sabe hasta qué punto ello ha animado a algunos seguidores del blog a ir la plaza de toros de forma incondicional cada vez que toca José Tomás, sin importarles cómo torean otros toreros considerados igualmente buenos. ¿Lo hacen por culpa de Pilar Raola y de sus declaraciones antitaurinas? ¿Por culpa de la irracionalidad que mueve al antitaurismo? ¿Por una cuestión de profundidad e incluso espiritualidad que se me escapa? ¿Por el misterio y la atracción que ejerce la muerte? ¿O por culpa de los precios de los museos y otros centros que también promueven el arte y la poesía, y que no pisan en su vida?

Pero dejemos de lado las preguntas y los argumentos demagógicos, que también son una enfermedad. En el particular diccionario ideológico que compartimos más o menos algunos miembros de este espacio, hay tabúes dogmatizados que nos despiertan la bestia que llevamos dentro, dogmas que antes aceptábamos desde nuestro inconformismo adolescente, pero que con el tiempo hemos cuestionado.

Algunos de ellos son:

Tauromaquia=garrulismo, asesinato gratuito
Españolismo=fascismo, garrulismo
Catalanismo=libertario, izquierdismo
Punk=inconformismo
Pop=blando, conformista.
_______=_______ (escriban el suyo en la parte de comentarios)

¿Qué opinan? La polémica está servida.

jueves, 20 de mayo de 2010

BTTEISMO

Si bien un poco tarde, empieza la temporada de pedales y vermuts (la de vermuts y pedales la inaguramos hace unos añitos, y como los pinos, es una temporada perenne, que no decae con las estaciones).
Además, esta vez hay una cámara con función panorámica...aunque luego las vacas salgan un poco raras.




miércoles, 12 de mayo de 2010

AL ESTE DEL OESTE

Se nos ha ido A. Ozores. Descanse en paz en su particular paraíso situado al este del oeste. Hace unos días lo hizo Angel Cristo para el que ninguna transfusión de sangre de león ni de cocaina ni bancaria consiguió mantenerle en pie. Lástima. Creerme si os digo que el apocalípsis está cerca...

martes, 4 de mayo de 2010

FOTOGRAMOS: La sección de cine

El mundo de interné tiene mucho peligro porque la gente se cree todo lo publicado en sus miles de blogs, facebooks, foros y wikipedias. Por eso desde aquí seremos francos: lo que van a leer, si es que llegan al final, se trata de una sección de cine hecha por alguien que no ha visto la película en cuestión (o sea que ni se ha tomado la molestia de bajársela).

En esta primera y posiblemente última entrega analizaremos HABITACIÓN EN ROMA, de Julio Medem, película que está cosechando buenas críticas. ¿Qué tiene el director vasco que gusta tanto a crítica como a público? Desnudos. Actores en pelotas. Parejas follando noche y día en el mar, en la ciudad, y en el caso que nos toca, en una habitación de Roma. Y es que el lugar donde éstos se refrieguen es muy importante para el público ávido por encontrar en el cine respuestas a los grandes interrogantes de la vida, porque por lo visto el director cubre de simbolismo y de poesía cada rincón de sus escenas. Anteriormente solo Ozores se había atrevido a darle simbolismo a los desnudos, pero no le salió muy bien. En cambio Julio Medem lo borda.
Además se dice que sus largometrajes tienen buenos argumentos, aunque nunca los llegué a entender tan bien como cuando empezó el despelote con LUCÍA Y EL SEXO: ¿de qué ostias tratan películas anteriores como VACAS, o TIERRA? No lo sé. Ahora tampoco lo sé, pero ya no me importa.

En HABITACIÓN EN ROMA reaparece ELENA ANAYA. La chica nos vuelve a demostrar que la ley de la gravedad no va con ella. Pero, ¿por qué deberíamos ver la peli si ya se desnudó en LUCÍA Y EL SEXO (sobretodo el público masculino que no entiende mucho de simbolismos ni de metáforas ni de poesía)? A eso si os puedo responder: hay que ir al cine a verla porque está gravada en 3D, de tal forma que las tetas de Elena Anaya te miran fijamente y te sonríen a un palmo de tus narices. Ríete tu de AVATAR. Cuando fui al cine para hacer esta sección, vi a hombres tratando de morderle los pezones.
Además hay que ir a ver la peli porque sale una actriz rusa desconocida capaz de interiorizar la angustia existencial y de comunicarla al público como nadie en el mundo del celuloide. Eso si, para eso tiene que despelotarse.