De la ironía al cinismo

Husmeando a lo tonto por Internet, como es propio de currantes en el turno de noche, de funcionarios, y de cualquier íbero (por no decir español) con un contrato laboral fijo, o sin él pero con ordenador cerca, me he encontrado con esta fotaca. En principio no tiene más, aunque da que pensar, y como hay que ir renovando el blog de vez en cuando, la he publicado.

Una vez me encontré en un “after” a Raúl Cimas, otro actor de Muchachada Nui, y le comí tanto la cabeza que todavía tengo remordimientos; el chaval salió por patas a la que pudo. Pero en cuanto he visto esta foto, se ha esfumado todo remordimiento. No quiero imaginarme a Joaquín Reyes sacando su mejor cara al lado de un tipo así. Esto de ser famoso debe de ser muy duro. ¿Alguien es capaz de decirle a un chaval que lleva como cinturón una cruz céltica que no quiere aparecer en una foto a su lado?

Me imagino la situación, y veo al gorila diciéndole al humorista que le encantó el Celebrities de Manu Chao, porque deja a los antisistema por el suelo, se mete con las etnias tercermundistas, y situa al cantante francés entre los oportunistas…

La cosa no dejaría de ser una mera anécdota de no ser porque la foto está publicada en el facebook de Joaquín Reyes. Esto parece decirnos que el humor tiene un doble filo. Todo es cuestión de interpretación. Tan sólo depende de quien se esté riendo del chiste. Sobretodo si el humorista permanece neutro, porque entonces la ironía con la que creó el chiste se convierte en cinismo. No vale decir que sólo es humor, queramos o no siempre hay una intención.

Sin pretender criticar en este caso a Joaquín Reyes, pues ignoro su postura, la situación en que se dio esta foto, y si al gorila le gusta el gag, el Celebrities de Manu Chao continúa siendo uno de los gags más críticos, y yo lo celebro, aunque mi interpretación del mismo pueda diferir de la del skin chungo…