Curso CCC de filosofía: La metafísica (III)

A GRANDES PREGUNTAS, GRANDES SIGNOS DE INTERROGACIÓN (continuación)

Les recuerdo que estamos repasando históricamente algunas de las respuestas metafísicas:

EL CRISTIANISMO- El cristianismo se creyó tanto eso de un solo Dios que mataron a los demás, le pintaron barba al suyo, pelo canoso, y túnica; repartieron estampitas a tutti plen, y a la mierda la mitología no cristiana. Tuvieron un arranque espectacular con Jesús de Nazaret revolucionando la moral imperante a base de buena fe y algún que otro milagro para los escépticos toca-llagas. Nos hicieron un lío con lo de la santa trinidad, que fue resuelto crucificando al hijo de Dios, para que volviese a ser uno en el cielo. Mientras, en la tierra continuó todo según las aburridas leyes de la naturaleza. Ya nunca hubo milagros hasta por lo menos la aparición de Maradona, la última de las religiones importantes (que no metafísica). A partir del cristianismo debíamos amarnos, pero sin guarrerías españolas (suerte tuvimos de la transición y de José Luís López Vázquez). Lo demás quedó bajo control científico.

EL FIN DE LA METAFÍSICA- Entre unos cuantos científicos y algún filósofo inspirado, murió la metafísica. Se dejó de confiar en absolutos, en principios sublimes, y en la Santa Inquisición, que por otro lado era muy convincente. Si alguien en su día vio La hora Chanante, sabrá quien era Nietzsche, porque allí había un episodio titulado el Pequeño Friederich donde defienden que el filósofo mató a Dios (intelectualmente) cuando su madre le obligó a hacer la comunión con un disfraz de cebolla. Eso duele. Imaginaros la iglesia llena de niños vestidos de marinero con la pelusilla esa que sale en el bigotillo a esas edades, y tu disfrazado de cebolla. No es de extrañar que entonces anunciase: Dios ha muerto. Esto no significa que volvimos a crucificar al padre de cristo, si no que arrancamos de nuestras creencias todo pensamiento metafísico, y nos quedamos con el más acá, con lo humano (y no lo divino), con el superhombre, con Barak Obama. Más tarde vino Foucault vestido con atuendos sadomasoquistas y anunció: el Hombre ha muerto (tal vez se pasó con el látigo). Después murió Foucault.
El problema principal de estos pasos, es que ahora adoramos todo lo que sea subhumano, hasta el extremo de dar las mayores cotas de audiencia televisiva a la prensa rosa.

LA METAFÍSICA DE TERRY PRATCHET, EL MUNDODISCO- Tal vez gracias a este escritor, y en especial a su libro Dioses Menores, hemos vuelto a tener una metafísica a la altura de la mitología griega. Él defiende que el mundo se sostiene sobre 4 elefantes, que a su vez viajan sobre una tortuga gigantesca por el universo. Dice que hay un dios por cada una de las creencias que los humanos estamos dispuestos a sostener, y su poder aumenta en función del número de personas que sostienen esa creencia, e inversamente, disminuye si nadie la cree. Es decir que los dioses se alimentan de la fe, no al revés, motivo por el que son embusteros y capaces de todo con tal de ganar adeptos. Para el escritor, la fe de las grandes religiones ha desaparecido porque la gente sólo cree en el temor que inspiran sus instituciones (como la iglesia en el cristianismo).

EL ATEÍSMO-Aunque parezca mentira es una metafísica, básicamente porque tiene un principio tan oscuro como el Ser. Se llama Azar (o Contingencia). De hecho, eso de afirmar que venimos de la nada o del caos es tan críptico como el cristianismo, que afirma que dios crea de la nada. Para colmo los ateos no cuentan con un idioma como el latín, que básicamente se ideó para convencer. O sea, a ti te viene el papa y te suelta: ex nihilo nihil fit (nada surge de la nada) y te convence lo quieras o no, porque ha usado el latín, que es como un código que actúa en tu subconsciente, como los ultra sonidos y el adiestramiento de perros, vaya. Y es peor con el hebreo.