
Tal vez la portada de Toni “el gitano” no sea la más freak de las 40, pero de repente uno descubre detalles que le hacen reír tanto como la que más: Sabemos que es extraordinaria por el look del “gitano”, su pelo, su barba, y esas cejakas. Uno ya se puede empezar a partir la caja. De hecho me recuerda al actor que encarna al enano de El señor de los anillos, ese gran actor que acompañaba a Peter Jackson en Mal gusto.
Pero sólo gracias al título que aparece en la carátula brotan las primeras lagrimillas: Me fumao un canuto. Vamos a ver, ¿qué tipo de productor cabrón aconseja a su artista que titule una canción así y que encima la incluya en la portada? Podría haber usado otras palabras para decir lo mismo, como el Fary, pero no, el título es Me “fumao” un “canuto”. No Me he fumao un canuto. ¿He dicho ya que mencanta la palabra “canuto”? Además en portada aparece otra canción que se titula “Cara a cara”; ya puestos podría haberla titulado “A cara perro” para cubrirse de gloria con un bonito juego de palabras.
Por si lo expuesto no fuese motivo para pasar unos minutos de risa descontrolada, uno va al detalle, es decir a la solapa de la cinta, ese lateral donde están todas las canciones, y descubre que una de ellas se llama “Se pinchaba la niña”. Aquí si, aquí toda mi mala leche, mi cinismo, y mi vena freak, se han descontrolado definitivamente, y es que dudo mucho que la niña de la canción jugase con cactus.
Tal vez las sociedad de la España de los 80 necesitase este tipo de denuncia por parte de los artistas para terminar con el gran parásito de la drogadicción, pero visto ahora, choca. ¿Cómo se puede moralizar en ese tema titulando una canción Me fumao un canuto? Ya se sabe que se empieza fumando, y se termina inyectándose marihuana.
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